Realiza una inspección visual completa del exterior del equipo. Busca posibles daños visibles como fugas, mangueras desgastadas, piezas sueltas o estructuras deterioradas.
2. Verifica los niveles de fluidos:
Es indispensable comprobar los niveles de aceite del motor, líquido hidráulico, refrigerante y combustible. Un nivel incorrecto de aceite genera desgaste y fricción, la falta de refrigerante causara sobrecalentamiento y sin combustible puedes quedarte varado a medio trabajo.
3. Revisa los controles de tu equipo:
Antes de iniciar cualquier operación, verifica que todos los controles funcionen correctamente. Un control defectuoso puede afectar la eficiencia y seguridad de la operación.